La clínica no tenía permiso ni quirófano para una intervención de esas características y la cirujana venezolana carece de autorización para trabajar en España

«Está viva de milagro». Así lo afirma de su clienta el letrado Juan Rigabert Montiel, quien ha asumido la representación de esta paciente que casi perdió la vida como consecuencia de una liposucción en ambas piernas. Pese a que felizmente la mujer se ha salvado, el letrado ejercerá la acusación particular, convencido de que existen responsabilidades penales tanto por parte de la cirujana, «como también de la propia clínica estética, que es quien realmente ofertaba el tratamiento quirúrgico, y que es responsable de haber contratado a unas supuestas profesionales sin haberse cerciorado de si tenían la titulación correspondiente. También, y muy especialmente, de haber consentido de manera irresponsable e ilegal la realización de una intervención quirúrgica con anestesia en una simple sala de curas, sin cumplir con las normas mínimas de limpieza, asepsia y esterilización ni contar con el equipamiento mínimo que requiere un quirófano».

En este sentido, recordó que «la clínica no contaba con la autorización de la Consejería de Salud, ya que no disponían de quirófano, y tampoco para que en la misma pudiesen realizarse anestesias generales. Las consecuencias podían haber sido trágicas».

Fuente: https://www.laverdad.es/murcia/juez-investiga-liposuccion-20200219005604-ntvo.html

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *